La Plaza Nueva de San Sebastián -hoy de la Constitución-, fue construida sobre la que Hércules Torrelli levantara, en 1723, y supone una continuidad con lo existente con anterioridad al incendio que asoló el lugar en 1813.
Se han conservado las numeraciones de los balcones, alusivos a su dedicación como palcos de festejos, entre los que destacaban los festivales taurinos, cuyas entradas eran vendidas en el Ayuntamiento.
Actualmente en la planta baja se abren todo tipo de comercios y bares, pero esto no rompe la uniformidad del conjunto.
Neoclasicismo s. XIX.