Palacio Miramar de Donostia-San Sebastián: un mirador real sobre la bahía
Ubicado en una posición privilegiada entre las playas de La Concha y Ondarreta, el Palacio Miramar es una de las joyas arquitectónicas y paisajísticas de la ciudad. Este elegante edificio, de marcado estilo inglés, fue construido en 1893 como residencia de verano de la familia real española, lo que consolidó a la ciudad como destino vacacional de la realeza.
Historia y arquitectura: un toque inglés en la costa vasca
La reina regente María Cristina, madre de Alfonso XIII, fue la impulsora de este palacio, eligiendo una finca con espectaculares vistas a la bahía. El diseño, inspirado en el estilo cottage inglés Reina Ana, estuvo a cargo del arquitecto británico Selden Wornum, con la participación del maestro José Goikoa, quien incorporó detalles neogóticos. Construido en ladrillo y piedra arenisca, el palacio destaca por su sobriedad y elegancia, que evocan la estética de las casas de campo británicas.
El complejo original incluía caballerizas, cocheras y una casa de oficios. Tras la muerte de la reina, pasó a manos de Alfonso XIII, y durante la Segunda República fue expropiado. En 1972, el ayuntamiento adquirió parte de la propiedad y abrió sus jardines al público.
Un parque con vistas inigualables
El entorno del Palacio Miramar es una auténtica obra de arte paisajística. Diseñados por el afamado jardinero francés Pierre Ducasse, combinan prados, alineaciones de árboles y coloridos conjuntos florales. La parte delantera desciende suavemente hacia el mar, creando un paisaje idílico perfecto para disfrutar. Siéntete un donostiarra más paseando por sus jardines y descubriendo sus rincones llenos de historia.
Muy cerca del palacio se encuentra la emblemática Playa de Ondarreta, que invita a pasear hasta el Pico del Loro, un rincón lleno de misterio que esconde un secreto entre la arena y el mar. Además, en tu recorrido, encontrarás un túnel muy especial cuyo diseño te hará preguntarte qué historia esconde y qué opinas de su peculiar estética.
Un homenaje escultórico a la ciudad
En los alrededores del Palacio Miramar también se encuentran huellas del gran escultor Eduardo Chillida, quien dejó un «abrazo» a la ciudad con su obra. Uno de sus homenajes más significativos es el tributo a Alexander Fleming, una escultura que rinde homenaje al descubridor de la penicilina y que forma parte del legado artístico de la ciudad.
Eventos y cultura en un espacio único
Actualmente, el Palacio Miramar no tiene visitas regulares, pero se abre en ocasiones especiales, como los cursos de verano de la UPV o los conciertos de la Quincena Musical. Además, el recinto está disponible para la celebración de eventos privados.
Visitar el Palacio Miramar es una oportunidad para descubrir un rincón con historia, disfrutar de un entorno privilegiado y deleitarse con una de las mejores panorámicas de San Sebastián.