En 2006 se inauguró una ampliación con la que este pulmón de Bilbao sumó a sus 85.200 m² cuadrados otros 30.000. El Parque de Doña Casilda se ha convertido en el nexo de unión entre Abandoibarra y el Ensanche gracias a senderos y calles con una estética común al Parque de Ribera.