El cañonazo es el punto de partida de la Semana Grande Donostiarra. Se celebra el primer día en los jardines de Alderdi Eder a las 19.00 Horas.
Uno de los elementos más importantes de la Semana Grande es, sin lugar a dudas, el Concurso Internacional de Fuegos Artificiales, en el que participan compañías procedentes de diversos puntos del mundo. También la música suele ocupar un espacio importante en las fiestas. Grandes estrellas de la canción recalan, año tras año, en la capital gipuzkoana.
En cuanto a los deportes, hay que destacar la clásica travesía a nado desde Getaria hasta San Sebastián, las carreras de caballos, el torneo de voley playa y demostraciones de herri-kirolak (deporte rural vasco).
Para los más txikis se organizan las siguientes actividades: talleres, juegos, gigantes y cabezudos, discoteca, toros de fuego…
La Semana Grande donostiarra surgió a mediados del siglo XIX como necesidad de entretener al turismo de élite que entonces veraneaba en San Sebastián. El gran espectáculo en aquella época eran las corridas de toros y el término de «Semana Grande» surgió como eslogan publicitario de éstas.
Este espectáculo se complementaba con conciertos de la banda de música y con fuegos artificiales, invitando a los visitantes a dormir en la ciudad si querían verlos.
De esta manera, San Sebastián se encontró con un nuevo turismo: el turismo de estancias cortas y multitudinario. Surgió así la Semana Grande tal y como la conocemos actualmente, en la que se conjuga lo popular con acontecimientos de alta calidad estética y cultural.