La Iglesia de Santa María del Juncal, ubicada en Irún, es una joya del Gótico Vasco y un punto de interés imprescindible para los amantes de la historia y la arquitectura. Su nombre proviene de la aparición, en el año 1400, de una imagen de la Virgen en los juncales cercanos al estuario, un hecho que marcó su devoción y su historia.
Su construcción, iniciada en 1508 y finalizada en 1606, combina diferentes estilos arquitectónicos debido a la prolongada duración de las obras. En el exterior, destaca su imponente estructura de piedra de sillería, con robustos contrafuertes y una portada barroca del siglo XVII. Aunque las gárgolas góticas originales han quedado ocultas tras una reforma del tejado, su esencia medieval sigue presente.
El interior de la iglesia sorprende con su diseño de planta rectangular de salón, con tres naves y un ábside de testero plano. En la zona absidal, se mezclan elementos góticos originales con detalles renacentistas. Su retablo mayor, obra de Bernabé Cordero y con esculturas de Juan Bazkardo, destaca por su esplendor barroco y por albergar una impresionante imagen de la Virgen del Juncal, la más antigua de Gipuzkoa, datada en el siglo XII.
Uno de los elementos que no hay que perderse es su impresionante pila bautismal de piedra tallada, testigo de siglos de historia. Además, la torre de la iglesia, construida con piedra de Amasa, ofrece una perspectiva monumental que en su época generó controversia, pues se temía que pudiera utilizarse como bastión militar.
Declarada Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1973, esta iglesia es un testimonio vivo del esplendor arquitectónico de la región. Al visitarla, te sumergirás en siglos de historia y admirarás la evolución del arte sacro en el País Vasco. Si estás en Irún, no te pierdas este tesoro patrimonial y descubre los secretos que esconde en cada rincón.