Fue en 2016 cuanto Aitor Francesena, más conocido en el mar como ‘Gallo’, se proclamó campeón del mundo de surf adaptado. Y desde ese momento se fijó un objetivo por el que lleva trabajando cuatro años: volver a serlo.
En 2017 se alzó con la medalla de bronce y en 2018 con el cuarto puesto. Por ello, el año pasado, el surfista zarauztarra decidió prepararse a conciencia para volver a ser el número uno en el próximo Mundial, el de 2020. Y lo consiguió el pasado fin de semana en San Diego (California).
Un primer puesto más que merecido para este surfista que ha entrenado a grandes nombres del surfing estatal, que ha sido capaz de llevar a uno de ellos a estar entre los mejores del mundo, que ha escrito libros de iniciación y motivación por el surfing, que poco a poco fue perdiendo visión hasta quedarse ciego pero ello no le impidió surfear y lo más importante, que todavía tiene mucho que decir.