Hondarribia fue en la época medieval una importante plaza comercial. Los mercados la convirtieron en una dinámica comunidad de artesanos y de comerciantes.
Carpinteros, herreros, toneleros, orfebres, canteros, regresan al casco medieval para que el público disfrute de todo el saber y el buen hacer de los artesanos de la época.
Saltimbanquis, titiriteros, malabaristas y juglares se citan en Hondarribia para recrear la vida de un mercado en el que convivirán, como antaño, la cultura cristiana, judía y árabe.